La Colección de Equinodermos fue fundada en 1939. Desde el año de 1997 fue elevada al rango de “Colección Nacional” y se le ha dado el nombre de su fundadora. Fue creada con el objeto de salvaguardar a las distintas especies de equinodermos habitantes de los mares mexicanos; sin embargo, por su tradición, reconocimiento e importancia, resguarda valiosas donaciones procedentes de 45 países. La Colección Nacional de Equinodermos, depositada en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, no sólo es la más importante en nuestro país, sino además, una de las más completas y valiosas que existen en el mundo, específicamente en América Latina, donde es, desde su creación, la más completa e importante.
El laboratorio de Ecología Pesquera de Crustáceos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, desarrolló un programa con el propósito de analizar la biodiversidad de megacrustáceos y de los recursos pesqueros de la plataforma y talud continental de las costas mexicanas del Golfo de México (Tamaulipas a Quintana Roo). Este programa se ha llevado a cabo a través de varias campañas oceanográficas desde 1983 hasta la fecha (38: 10 en zonas profundas y 28 en zonas someras). El objetivo general de dicho proyecto es el de determinar la biodiversidad bentónica, las asociaciones comunitarias, abundancia y distribución de etapas larvarias de camarones, recursos pesqueros potenciales y toxinas de gasterópodos en fondos suaves del talud continental del Golfo de México.
La colección se empezó a organizar junto con la creación del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología en el año de 1981 y desde entonces ha estado resguardada en el Laboratorio de Fitoplancton y Productividad a cargo del curador. Actualmente cuenta con aproximadamente 1,600 muestras recolectadas preservadas en formalina neutralizada y debidamente catalogadas. Las muestras provienen de diferentes proyectos de investigación que el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología ha desarrollado en ambas costas mexicanas, principalmente en el sur del Golfo de México.
La Colección Regional de Invertebrados Marinos (CRIM) se inició alrededor de 35 años atrás y originalmente incluía en su mayoría especímenes recolectados en la bahía de Mazatlán y sus inmediaciones. La recolección de muestras de organismos marinos se extendió progresivamente al Golfo de California, el Golfo de Tehuantepec y a diversos ecosistemas costeros a lo largo de la costa SW de México. Hoy, representa una parte significativa del patrimonio de la UNAM en Sinaloa. Reconocida a nivel nacional e internacional por el acrónimo EMU (Estación Mazatlán UNAM), es la colección más grande de invertebrados marinos tropicales de la costa del Pacífico de América Latina.
En la segunda mitad de la década de los años cincuenta, el entonces Pasante de Biólogo, Antonio García-Cubas recolectó los primeros ejemplares que formarían parte de la colección que ahora lleva su nombre.
La labor desarrollada por Antonio García-Cubas durante 45 años de investigación malacológica en la UNAM, culminó post mortem, al llevarse a cabo, el 29 de noviembre de 2005, el registro oficial ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de la Colección Científica depositada en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, que lleva por nombre “COLECCIÓN MALACOLÓGICA DR. ANTONIO GARCÍA-CUBAS” y cuyo acrónimo es COMA; siendo responsable de la misma María Martha Reguero Reza (Clave de Registro: DF-IN-185-11-05).