El 1º de marzo de 1939 inició sus actividades docentes la recién fundada Facultad de Ciencias de la UNAM, en ella se formarían los futuros Maestros en Ciencias en los campos de: las Matemáticas, la Física, la Química, la Biología, la Geografía, la Geología y la Astronomía que el país requería.

En la estructura curricular de la Biología se incluía en el 3er año el curso de Paleobiología bajo la conducción del Dr. Federico Müllieried (1891-1952) Geólogo y Paleontólogo alemán que trabajó en los Institutos de Geología y Biología hasta su fallecimiento.

El curso obligatorio se impartió por el Dr. Teófilo Herrera Suárez y el Maestro Rafael Martín del Campo hasta que, en 1958 la Doctora Gloria Alencaster se hace cargo del mismo hasta el año de 1967 en el que la asignatura la toma el Dr. Rafael Segura Vernis en el turno matutino y el M. en C. Álvaro Ponce de León en el vespertino.

Desde febrero de 1971, el autor de esta página de Internet ha realizado esta actividad docente en el turno matutino (lo que mucho agradece a la UNAM el poder continuar haciéndolo) y ha tenido la oportunidad de revisar muchos mapas curriculares de la carrera de Biología de otros países tanto de habla anglosajona como de lengua española, y en ellas la Paleontología es una materia que generalmente no aparece, sin embargo es una asignatura obligatoria en los cursos de la carrera de Geólogo.

En la década de los años 50 la Paleontología era una disciplina venida a menos, básicamente descriptiva que realizaba el estudio y catalogación de los nuevos ejemplares fósiles que se descubrían, los cuales se ordenaban en el tiempo y tenían un enfoque cronoestratigráfico y, al igual que en las décadas anteriores, se buscaba más lo espectacular que las relaciones que entre ellos existían.

Durante la década de los 60, la PALEO se convierte en un elemento fundamental en la comprensión de la Biología Evolutiva, y los estudiosos de esta disciplina, inician el cambio mental de ver el registro fósil no solo como fragmentado y escaso, sino que se transforman para poder entender y considerar a los fósiles mas como organismos extintos que como objetos muertos propensos a ser descritos.

El avance de la genética y los modelos de especiación, así como el conocimiento de las hipótesis y teorías de la sucesión ecológica, las evidencias ofrecidas por la deriva continental y la tectónica de placas, así como el descubrimiento de la expansión del fondo marino, permitieron ver con otra dimensión en el tiempo, en el espacio y en el volumen del planeta, la compleja geodinámica en la cual se originó y desarrolló la vida, expresión de diversidad que hoy, después de varios miles de millones de años, podemos admirar y si continuamos con nuestra indiferencia, también destruir.

En este curso no les vamos a enseñar lo que nos enseñaron (gen. 62-65) sino lo que hemos averiguado, lo que hemos aprendido, y lo que hemos descubierto en este campo tan fascinante como es el de la PALEOBIOLOGÍA

En el siglo XXI la disciplina que nos ocupa tendrá que interactuar con otros especialistas (químicos, geólogos, físicos, etc.) para comprender mejor los procesos Tafonómicos (enterramiento y fosilización) Vs. la Riqueza fosilífera y evaluar el efecto del tiempo en la formación y destrucción de los yacimientos. Descubrir la interacción de la biosfera con los cambios globales y conocer como se adaptan, como emigran y cuantas especies se extinguen e intentar conocer las causas y el efecto del cambio climático.

Y finalmente interpretar con un enfoque holístico la interacción entre la Paleoecología, la Biogeografía y la Evolución Orgánica y estudiar así secuencias con mejores indicadores bioestratigráficos.

Esperamos que este semestre sea de gran interés y ayuda en su formación académica, y esperamos sus sugerencias y comentarios a esta página de Paleobiología.

Dr. Frank Raúl Gío Argáez

Laboratorio de Micropaleontología Ambiental.

Unidad de procesos oceánicos y costeros.

Instituto de Ciencias del Mar y Limnología.

Universidad Nacional Autónoma de México.