En la segunda mitad de la década de los años cincuenta, el entonces Pasante de Biólogo, Antonio García-Cubas recolectó los primeros ejemplares que formarían parte de la colección que ahora lleva su nombre.
La labor desarrollada por Antonio García-Cubas durante 45 años de investigación malacológica en la UNAM, culminó post mortem, al llevarse a cabo, el 29 de noviembre de 2005, el registro oficial ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de la Colección Científica depositada en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, que lleva por nombre “COLECCIÓN MALACOLÓGICA DR. ANTONIO GARCÍA-CUBAS” y cuyo acrónimo es COMA; siendo responsable de la misma María Martha Reguero Reza (Clave de Registro: DF-IN-185-11-05).